Señor, te elevo esta acción de gracias por cada uno de los beneficios recibidos en este día. Aquí estoy en tu presencia, te abro mi corazón para que entres en él y me llenes del verdadero amor que sólo Tú me puedes dar. Enamórame cada día más de Ti, instrúyeme en tus sendas para jamás apartarme de tu camino, fija tu mirada en mí y acompáñame en este caminar. Llena cada uno de mis vacíos con tu amor, sólo Tú puedes hacerlo. Eres mi fortaleza, mi apoyo seguro, por eso no tengo miedo de salir al campo y enfrentar lo que me toca.
Soy la obra perfecta de tus manos, tengo todas las armas necesarias para batallar con valentía y sin temor. No me has lanzado a una batalla sin antes instruirme y enseñarme cómo debo enfrentar a los que arremeten contra mí. Tu espada es la palabra, a la que nadie puede resistir, rompes escudo de negativismo, destruyes murallas de pesimismos y atacas contra tropas de miedo que no me me permiten avanzar y lanzarme con fe al campo de la vida.
Lléname de valor, derrama todos tus dones para que pueda luchar con confianza y amor. Cuando sienta que voy a caer tómame en tus brazos para seguir luchando, pero que nunca me rinda de lo que me toca enfrentar, aunque los problemas sean más grandes que yo, no tengo miedo porque mi Dios es poderoso. Te amo y confío en Ti, gracias por cuidar mi sueño, duermo feliz en tus brazos.
Amén.