Mi Padre Dios, te alabo y te bendigo por todo lo que eres, por tu grandeza, por tu amor, por tu misericordia y por todo lo que he podido descubrir a través de Ti. Gracias por este momento de paz y serenidad que me permites vivir al terminar este día. Gracias porque sólo Tú, con tu misericordia y tu ternura, me haces entender que soy valioso y que me has capacitado para no darme por vencido.
Mi Señor, amparo de mi vida, sanador de mi ser, confío en Ti porque sé que eres mi armadura, el escudo de mi vida. Nada me hará temblar, nada me robará la paz, estoy tranquilo porque Tú vas conmigo, en medio de las oscuras cañadas de la vida, en medio de los dolores, de las aflicciones, de los embates del enemigo.
Quiero sentir que eres Tú quien me acompaña siempre, el que me permite sonreír y estar seguro que voy a salir adelante, que en la vida todo pasa y que no debo angustiarme por nada porque Tú tienes el control.
Gracias, mi Dios, porque sigues tendiendo puentes aunque no alcancé a percibirlos directamente, ahí estás Tú amándome y ayudándome a seguir adelante. Estoy seguro que cuando el justo cae, ahí estás Tú para levantarlo, cargarlo y ayudarlo a continuar el camino.
Que pueda entender que no hay destinos, ni suerte, la vida la construimos nosotros en nuestra libertad, en nuestra capacidad de decisión. Somos libres para hacer el bien o para hacer el mal, es nuestra decisión lo que cuenta, no podemos responsabilizarte a Ti ni al destino de lo que nos sucede. Pero si puedo descubrir tu presencia en todo momento, para mostrarnos que nos amas sin condiciones, que nos amas en total libertad. Gracias por tu amor y tu paz. Gracias por tocar mi mente y abrirla para que quepan todos. Gracias por tocar mi corazón y hacerlo sensible al dolor del hermano. Gracias por esta noche de paz, duermo feliz en tus brazos.
Amén.
Me ENCANTA estas oraciones
Me gusta mucho y me enseña como oral