ORACIÓN DE LA NOCHE DEL SÁBADO 8 DE FEBRERO

Quédate conmigo, Señor, en esta noche, que seas Tú mi refugio, aquel que me toma en sus brazos y restaura mi corazón con una sola de sus palabras, con tal sólo mirarme con amor. Bendito seas, porque en medio de esta oración Tú me estás dando de Ti, me estás sanando. Ven y ayúdame, estoy clamando a Ti, ven y socórreme, mi Jesús, mi salvador.

Quiero dejarlo todo y seguirte sin mirar atrás, porque no hay nadie como Tú, nada hay sin Ti, vana es esta vida lejos de Ti, nada puede compararse con tu amor.

Te adoro, mi Señor, y por eso levanto mi voz para decirte que todo el honor es para Ti. Deseo descansar en tu corazón esta noche, te ofrezco cada latido de mi corazón, uniéndose a ellos como muchos actos de amor.

Cómo no alabarte, si eres Tú el único que me puede ofrecer tantas luces en medio de mi oscuridad, sólo Tú puedes alegrar mi alma y darme el alivio que en tanto tiempo he buscado en otras experiencias. No hay sitio más agradable que sentir cerca tu compañía y saber todo lo bueno que tienes preparado para mí, porque me amas y me quieres feliz.

Creo en tu amor que sana, libera y que siempre da nuevas oportunidades para corregir y restaurar lazos de amor, te ruego que tu bendición y amor no me falten nunca. Sólo estando contigo puedo salir adelante sin tenerle miedo a nada, nunca me has desamparado y sé que quieres ayudarme, estoy dispuesto a abrir las puertas de mi corazón, te lo entrego, purifícalo y lávalo con tu sangre preciosa. Señor, que tu serenidad me envuelva en esta noche, que mi casa sea protegida por tus ángeles, que con tu poder alejes todo mal y peligro de mi alrededor y de todos los seres que amo.

Amén.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *