Gracias, Señor, por este día que me has permitido vivir, gracias por llenarme de tu paz y de tu fuerza. Vengo a ponerme en tu presencia y a entregarte mi vida. Toma mi corazón para que la angustia no me gane la batalla, quiero salir siempre vencedor y estoy seguro de que con tu bendición lo puedo lograr.
Dame paz porque siento que todo vuelve a estar armónico en mi vida y que no tengo porque estar desesperado y angustiado por nada. Dame fuerza porque siento que tu Espíritu Santo me impulsa a hacer lo que tengo que hacer y me da la ayuda que necesito para seguir construyendo mi vida.
Quiero continuar adelante, creyendo que siempre hay posibilidades de seguir aprendiendo, sin importar la edad o la etapa que estoy viviendo. Te pido que me ayudes a limpiar lo que tengo en mi interior, hay algunos sentimientos que no me dejan ser fiel a tu palabra, por eso vengo ante Ti, reconociendo que soy un necesitado de tu amor, creyendo firmemente que me limpias con tu palabra y me haces vivir de una manera diferente.
Dame fe, Señor, para que sienta la necesidad de tu presencia, dame fe y ayúdame a confiar siempre en Ti. Ayúdame a no desfallecer, no quiero ser inconstante. Dame tu fuerza, tu poder, tu misericordia y tu alegría. Te pido que siempre me des la capacidad de mirar más allá de las pequeñas situaciones y realidades que me afectan, no quiero anclarme en situaciones que no me permiten crecer. Bendice a los que amo, estoy en tus manos y descanso en ellas.
Amén.