Dios misericordioso y protector, en este nuevo amanecer reconozco tu grandeza y tu amor eterno por mí. Te doy gracias por el regalo de este nuevo día, por cada rayo de luz que ilumina mi camino y por cada respiración que llena mis pulmones. Que tu presencia divina sea mi escudo y mi fortaleza en medio de las batallas que enfrento. Padre celestial, encomiendo mi día a tu cuidado amoroso, pidiéndote que me protejas de todo peligro y de aquellos que deseen hacerme daño. Con tu poder divino, rodea mi vida con tu escudo de protección, librando mi camino de cualquier mal que intente acecharme.
Que tu presencia sea mi refugio seguro en todo momento, guiándome y protegiéndome con tu amor infinito. Concede, Señor, que pueda entender tu palabra y que sea una lámpara para mis pasos y una luz en mi camino. Permíteme sumergirme en tus enseñanzas y recibir tu sabiduría divina, para tomar decisiones que estén de acuerdo con tu voluntad y que sean para mi bien y el bien de los demás. Que cada paso que dé esté marcado por tu guía y dirección, para que pueda caminar con confianza y seguridad en Ti.
Dame fuerzas para perseverar en medio de las dificultades y para ser fuerte en la batalla que enfrento. Con tu ayuda, Señor, sé que puedo superar cualquier obstáculo y salir victorioso de cada desafío. Fortaléceme con tu poder divino y renueva mi espíritu con tu gracia, para que pueda enfrentar este día con valentía y determinación. Te entrego mi vida, mis preocupaciones y mis anhelos, confiando en tu amor y en tu providencia divina. Que tu protección y tu bendición me acompañen en cada paso del camino, y que pueda experimentar tu paz y tu fortaleza en medio de cualquier adversidad.
Amén.
Amén
🙏 AMÉN 🙏 AMÉN 🙏