Dios misericordioso y amoroso, en este nuevo amanecer, elevo mi voz hacia Ti con humildad y gratitud en mi corazón. Te pido, Señor, que no permitas que la tristeza y la desesperanza ganen terreno en mi alma ante las adversidades y las pruebas que enfrento. En lugar de ello, te pido que me llenes de esperanza, de fe y de la verdadera felicidad que solo puede provenir de estar cerca de Ti. Concédeme, Padre celestial, la sabiduría necesaria para discernir entre el bien y el mal, y para tomar las mejores decisiones en cada situación que se presente en mi camino.
Permíteme sentir tu presencia y tu guía en cada paso que doy, recordándome que no estoy solo y que Tú estás conmigo en todo momento. Fortaléceme con ánimo y determinación para afrontar los desafíos de este día con valentía y confianza en tu poderoso amor. Que pueda enfrentar cada obstáculo con la certeza de que Tú estás obrando en mi vida para mi bien y para tu gloria.
Señor, te entrego este día y cada uno de sus acontecimientos en tus manos amorosas. Que tu luz divina ilumine mi camino y que tu paz sobrenatural llene mi corazón en todo momento. En el nombre de Jesús, tu amado Hijo, te lo pido y te doy gracias.
Amén.
🙏 AMÉN 🙏 AMÉN 🙏
Amén