Dios amoroso y fiel, al concluir este día, me acerco a Ti con un corazón lleno de gratitud por todas las bendiciones que has derramado sobre mí. Te doy gracias, Señor, por tu presencia constante en mi vida, por tu cuidado amoroso que me protege y me guía en cada momento, y por las innumerables bendiciones que me das día tras día. Gracias, Dios mío, por cuidarme mientras duermo, por velar por mi descanso y por concederme un sueño tranquilo y reparador.
Te agradezco, Señor, por llenarme de tu paz, por liberarme de la angustia y el temor, y por permitirme descansar en la certeza de tu amor, tu protección y tu fidelidad eterna. Te pido, Dios mío, que continúes bendiciéndome con tu presencia constante, tu cuidado amoroso y tu paz divina, para que pueda enfrentar cada día con serenidad, confianza y alegría, sabiendo que siempre estás a mi lado, cuidándome, protegiéndome y guiándome con amor y fidelidad.
Gracias, Señor, por tu amor inagotable, tu constante protección y tu fidelidad eterna. Confío en tu cuidado paternal durante la noche, y me entrego a tu amor con total confianza y gratitud.
Amén.