Señor, bendito y alabado seas por siempre, por tu grandeza, por tu amor, por cuidar de mí. Gracias por darme la oportunidad de despertar, por llenarme de fuerzas para seguir en pie de lucha. Confío en que en este día Tú estarás conmigo, así como nos dices en tu palabra: “Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque Tú, Señor, estás conmigo, tu vara y tu bastón me inspiran confianza”. Gracias porque escuchas cuando te llamo, no desprecias mis súplicas y respondes con prontitud cuando clamo tu bendición.
Grandes son tus obras, apreciadas por todos los que te aman. Gracias porque una vez más me confirmas que contigo venceré todas las barreras, junto a Ti venceré mis propios temores y miedos. Guíame en tus sendas y no permitas que me aparte de Ti, quédate siempre conmigo, que Tú seas el Rey de mi corazón y de mi vida toda. Dame un corazón puro para que de él solo salgan sentimientos de bondad y obediencia.
Estoy en tus manos, líbrame a mí y a los que amo de todo mal y peligro, que siempre vivamos en una comunicación clara y verdadera para que reinen la Paz y la concordia. Gracias por acogerme en tus brazos y demostrarme cuán importante soy para Ti. Derrama tu poder en mi corazón para que sea consciente de mis debilidades y de lo que debo mejorar para vivir como verdadero cristiano.
Amén.
🙏 AMÉN 🙏 AMÉN 🙏
Amén